Para dar respuesta a esta cuestión, aparentemente tan sencilla, pero, a la vez, tan compleja, empezaré por dar la definición de diccionario de algunos conceptos.
Así, un periodista es un mediador entre la fuente de información y el receptor final, que es un receptor masivo, heterogéneo. Es un intermediario que traslada una porción de realidad des de su origen hasta las masas. El canal por el que se difunde dicha información son los mass media, es decir, los medios de comunicación, ya sean escritos, audiovisuales, digitales o multimedia. Así mismo, el periodista debe usar un código determinado en el mensaje, esto es, debe repetir unas pautas y unas estructuras fijas en la producción de estos menajes para que sean claros e inteligibles para el conjunto heterogéneo receptor.
Los MCM son instrumentos para la gestión gubernamental de las opiniones. Son herramientas de circulación de símbolos eficaces de comunicación. Respecto a la audiencia, es un blanco amorfo que obedece el esquema de estímulo-respuesta. Su modelo, actúa según el modelo de la aguja hipodérmica: impacto directo e indiferente sobre los individuos atomizados. Hablamos, por lo tanto, de un modelo unidireccional y lineal, donde la acción comunicativa más relevante es la persuasión. Los medios son, desde este punto de vista, meros instrumentos de movilización social para influir en actitudes, opiniones y comportamientos.
- Los MCM, que son el grupo primario, difunden información, comunicados a la masa.
- De esta masa, son los líderes de opinión los que sintetizan y, de alguna manera, se apoderan de la información para, posteriormente, explicarla subjetivamente a grupos secundarios.
En este sentido, podemos imaginar que los cambios en la conducta responden más a la influencia de la comunicación interpersonal que a la comunicación masiva, puesto que nos dejaremos llevar con más confianza por algún conocido que creemos que está enterado del tema y es capaz de adaptarse a nuestros conocimientos, nuestro contexto y nuestra ideología para acercarnos un concepto, noticia o mera información que por unos escritos fríos y distantes en un periódico, por ejemplo.
Por lo tanto, este segundo modelo cuestiona el principio mecanicista de Lasswell del efecto directo e indiferenciado y rechaza el argumento tautológico del efecto masificador de la sociedad de masas.
Las principales variables de selección de los hechos en ámbito nacional son, según Villafañé, Bustamente y Prado (1987):
- Notoriedad (33%)
- Interés mayoritario (23%)
- Conflicto (17%)
- Cantidad de afectados (15%)
- Disponibilidad y accesibilidad (12%)
En este sentido, hablamos de las funciones desde dos perspectivas: las circunstancias sociales y ambientales y, en segundo lugar, las circunstancias individuales y psicológicas.
- Circunstancias sociales y ambientales:
- Escapismo: aligerar las tensiones y los conflictos sociales mediante el consumo de los medios.
- Vigilancia del entorno: ser consciente de los problemas que exigen atención. Una de nuestras fuentes de información son los MCM.
- Identidad personal: los medios son un servicio complementario, suplementario, sustitutivo del empobrecimiento de la vida real.
- Aceptación del entorno: reafirmación de los valores a través de los medios (fomento de los valores, de la cultura, la construcción de la nación...).
- Función de correlación: necesidad de integración, de adhesión al colectivo mediante materiales extraídos de los medios.
- Circunstancias individuales y psicológicas:
- Familia, trabajo, estatus social, religión, género, edad, etnia, grupo de amigos, preferencias culturales, musicales, etc. ...
Entendemos, pues, que un mismo mensaje puede entenderse en muchos sentidos y provocar comportamientos, reacciones muy distintas entre esta masa enorme y compleja. Así, un periodista ha de ser consciente de hacia dónde quiere enfocar su comunicado y tener en cuenta, también, de las múltiples interpretaciones que se pueden derivar de su contenido. Por lo tanto: precaución.
En este punto, y como ya es habitual en mis discursos, os invito a ver la película Buenas noches y buena suerte. En ella, Clooney se atreve a retratar en blanco y negro el periodismo televisivo valiente que se practicó en el programa See it Now, de